Desmedida confianza (microrrelato), de Gladis López Riquert


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Después de muchos años de pruebas y gracias a un dato otorgado por un sueño, logré la forma y las indicaciones para obtener cualquier clonación. No lo comenté con nadie, por supuesto, porque la ley prohíbe hacerlo sin protocolos científicos.
Probé con mi perro, Giménez, y así el pobre tuvo con quien jugar. Probé con el gato de la vecina, aunque a mí no me gustan los gatos. También probé con el hijito número cinco de mi prima Ofelia, que no se dio cuenta que ahora tiene dos niños iguales en la casa. ¡Está tan loca siempre!
Probé con cada cosa animada que me gustara. ¡Probé con tantas cosas! Y jamás se me ocurrió…
Creí que ibas a estar siempre.
Según la fórmula para la clonación se debe utilizar un animal o persona dormida. Y vos ya hace dos meses que no dormís en casa.

Trabajado en el taller literario de Claudia Cortalezzi

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